lunes, 30 de enero de 2017

¿Ensayos? o "juegos de tronos"…

En Málaga no es posible "el ensayo"
        Esta afirmación puede parecer muy rotunda pero es fácilmente demostrable y científicamente argumentable, desde el punto de vista del ejercicio físico, ENSAYAR NO SIRVE PARA NADA, es más, podría ser hasta contraproducente.
        Se puede probar empíricamente que en los ensayos se vulneran numerosos principios del entrenamiento deportivo, lo cual impide su utilidad para preparar físicamente al hombre de trono; como muestra: el principio de continuidad del proceso -no tienen continuidad suficiente los estímulos para que se produzca la consiguiente adaptación fisiológica-, principio de especificidad de la carga (ni el peso, ni la duración del esfuerzo se aproxima ni por asomo a lo realizado en nuestros tronos)…
Y no solo lo dice el que firma este artículo; veamos que dicen sobre los ensayos desde la ciudad que los exporta:
«Los diferentes estudios que existen muestran que los ensayos no son una preparación física para la estación de penitencia ya que no se corresponden con ella ni en tiempo de esfuerzo (chicotás), ni en el de descanso (“con el paso arriao”), ni en la carga, ni en el número de levantás.» Dr Juan Gavala, tesis doctoral “La actividad física del costalero. Hábitos y costumbres".
Y eso teniendo en cuenta que en la ciudad hermana se ensaya con pesos, volúmenes e inercias; duración y número de participantes iguales a los que se tiene el día de la salida procesional.
Además, el esfuerzo del costalero tiene una tipología muy diferente a la del hombre de trono, soportan más kilos, sí, pero con una gran ventaja biomecánica al tener la carga centrada; sus recorridos suelen ser más largos, sí, pero su tiempo de trabajo no excede de 45 a 60 minutos por relevo, realizando grandes descansos en los intervalos.
Dejado esto claro reflexionemos sobre las otras “utilidades” que pudieran tener los ensayos:
·       Para acompasar una determinada marcha o forma de andar (complicado dada la proporción entre asistentes y número totales de hombres de trono).
 
Además les propongo una provocación: ¿por qué no bailan los nazarenos?, si es por armonía, si es por acompasar pasos a una música… El tiempo en el que el nazareno rezaba y el portador formaba el show creíamos tenerlo ya superado.
Hemos descubierto hace relativamente poco tiempo el poder de la música en los tronos, pero sinceramente creo se nos está yendo un poco de las manos. Pienso, y así me lo han enseñado personas mucho más expertas que yo en esto de los tronos, que la jerarquía en un trono bien llevado está clara: lo más importante es el sagrado titular que preside el trono, después los 200 hermanos que lo llevan (aunque solo sea por número así tiene que ser), después los capataces y mayordomos (que están al servicio de los anteriores) y después los músicos que son el “acompañamiento musical” y que deben estar también al servicio del trono. Solo haría la salvedad de que si los integrantes de la banda son hermanos de la cofradía deberán ser colocados por encima de los capataces y mayordomos. 
Pues bien últimamente estamos viendo ejemplos en los que se coloca la música en el lugar más importante; me explico, se cambia la impronta de una imagen en la calle por los gustos musicales; hay calles de “primera” en las que se “baila” y calles de segunda, en las que hay que “huir” a toque de granaderos, alargar el paso porque si no, “no llegamos”.
Pareciera que los mayordomos entregan el martillo al director de la banda, es decir, el trono se sube cuando empieza una marcha y se baja cuando acaba, sin tener en cuenta las maniobras y lo que es peor sin importar como vayan las 200 almas que lo llevan con su esfuerzo y devoción; y digo más los capataces se convierten en “coreógrafos” que van más pendientes de se cumpla el baile estipulado que en realizar de la mejor forma las maniobras y cuidar a los 200, que como en las Termópilas “luchan con honor” solos.
¿Hemos olvidamos lo que llevamos sobre nuestros hombros?, quienes somos nosotros para hacer bailar a nuestro titular al son que nos guste.
 
Marca dejada por un varal en curva de San Agustín, el capataz mientras miraba el papelito con “la coreografía”
 
·       Para conseguir unión y cohesión del grupo (igual que cualquier comida, visionado de videos o partido de futbol)
 
No he visto en los videos que circulan por internet reuniones muy numerosas, eso sí he visto hombres de trono jóvenes que no saben bien donde están, hombres de trono que sonríen y se encuentran incómodos, raros y extraños con esa teatralización de algo muy serio; como todo ritual o acto cofrade si se despoja de su sacralidad pierde todo su sentido.
 
Estamos  cayendo en  juegos de tronos, y eso deberíamos de  dejarlo para la serie televisiva…o para los niños.
Estos son los únicos que deberían “jugar a los tronos”
 
 
¿El futuro? Respeto, formación y entrenamiento
Dicho todo esto, ¿Qué  hacer?, formar y entrenar, creo en el entrenamiento físico individualizado y específico como única forma de mejora del aspecto físico del hombre de trono; ahora bien apuesto firmemente por la formación integral del hombre de trono y su implicación en la cofradía, los tiempos de la comida como gratificación y “hasta el año que viene”, pasaron.
Entrenar no solo para la salida procesional, hacer ejercicio físico para ser un cofrade más sano y activo los 365 días del año por su cofradía, como decía  Ricardo Aguilar en los Mandamientos del hombre de trono: “ser cofrade, cristiano y coherente en su trabajo en el varal”,  “ estar orgulloso de serlo y tener conciencia de que uno lo es todo el año”.
Sobre todo exijo respeto para la figura del hombre de trono, al igual que los nazarenos, somos penitentes, penitentes en el varal.
Y respeto por nuestras tradiciones, viendo otras realidades se aprende, copiando solo por moda no, la globalización no enriquece: muy al contrario supone pobreza cultural, es pérdida de identidades y costumbres. 
La Semana Santa de Andalucía tiene el peligro de convertirse en simples colonias, en burdas copias de baja calidad de la deslumbrante metrópoli hispalense; como muestra: si un capataz de un paso dice "vámonos tos por iguá valientes, mi arma" si es en Sevilla, es para decir: ¡ole!, pero si el rótulo que aparece en las imágenes es Granada o Córdoba es para decir: “horror” (y ya ha pasado).
Y todo esto lo digo no tanto por nosotros, sino principalmente por ese nazarenito que todos tenemos en casa, ¿Qué herencia le dejamos?
Dios quiera que nunca ocurra esto en nuestra bendita Málaga.
Parte de este artículo fue publicado por el diario sur en su suplemento pasión del sur el 28 de Marzo del 2015 en su espacio La Tribuna con el título ¿Ensayos? o “Juegos de tronos”…
 
José María Hinojosa Montañés
Hombre de trono de la Archicofradía del Paso y la Esperanza.
Doctor en Ciencias de la Actividad Física y Deporte

 

13 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con el artículo. No podía ser más claro.

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  2. Sinceramente volviendo a leer el artículo ya por segunda vez por que no doy crédito de lo que veo me parece que me remito a decir que no habla un hombre de trono ni creo que una voz de la experiencia ...sinceramente ¡habla un doctor!
    Creo que ignora mucho el principio por el cual ensayan los hombres de trono...
    El artículo parece interesante pero PARA MÍ no es válido. Hay que tener cuidado con hablar de temas así porque primero debes dar a ver que estas curtido en el tema y de que no te has pasado la vida sacando un solo trono, ni debajo de un solo submarino. Como tampoco has ejercido en la mayordomía de en un solo trono.
    En ciertas cosas sí estaré de acuerdo en su artículo caballero, no le voy a decir que no a todo pero el mensaje principal que quieres transmitir me parece a mi que no es de haberse usted metido en muchos ensayos precisamente como para opinar del tema...
    Un Saludo.

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    1. Soy malagueño, hombre de trono, y residente 23 años ya, en Sevilla. El artículo muestra verdades cono templos. A quien le pique, que se arrasque.

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  3. Pues para mí, se puede decir más alto pero no mas claro.Estoy totalmente de acuerdo con este artículo, y lo argumento, para que nadie diga que no se de que hablo como veo en la respuesta anterior, aunque siempre hay alguien que sabe más que uno.
    Me crié en el centro de Málaga en los alrededores de los Mártires, y los niños en aquellos años, cuando se aproximaba la Semana Santa, teníamos por entretenimiento,(bendito entretenimiento) ver crecer día a día, los tronos que se montaban por entonces en los afortunadamente desaparecidos, al menos para mí, tinglados de aquella época, puedo decir con orgullo que crecí entre tronos.
    He sido nazareno en muchas cofradías, y hombre de trono en otras tantas, por entonces las cofradías no tenían los recursos de ahora ni de lejos, y buscaban gente con la que cubrir los cortejos, hasta pagaban por salir, y después de veintiun años bajo el varal de mi Esperanza, puedo decir alto y claro que nunca vi ensayos para sacar un trono, y salian, vaya si salian, y seguiran saliendo, ensayando y sin ensayar.
    Ultimamente, veo un interés desmedido por importar a nuestra Semana Santa, cosas que no son nuestras, ¿queremos comvertir ésto en una sucursal hispalense? tenemos que ser fieles a lo nuestro, si no, dejaremos de ser nosotros para ser una simple copia, que nunca mejorará al original.
    Yá hay hermandades de pueblos cercanos en la provincia de Málaga, que debaten poner trabajaderas a sus "pasos", claro.
    Si continuamos así, ¿será nuestro futuro? Espero que no.

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  4. Estoy muy desacuerdo con esta opinion,creo que la semana santa de malaga ha evolucionao para bien en el tema musical,y los ensayos permiten llevarlo acabo de la mejor manera y veo en muchos videos como los callejones de malaga se llena de gente sobretodo jovenes esperando ver el trono escuchando la marcha y como este no se detiene hasta que esta para,se que para muchos el digamos bailar el trono es una falta de respesto, seran los mismo que se hacen foto con la cabra de la legion o coje el romero antes que el nazareno y la esperanza lo bendiga por poner un par de ejemplos,o cruzan entres los musicos

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  5. Me parece una absurdez pero gorda el artículo, todo lo que aporta es bueno.

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  6. Este es licenciado en ciencias troniles...Lo que hay que leer.
    ¿ es mejor llegar arrastrando patas?
    ¿Esa postura es la ideal? Creo que de eso este hombre sabrá tela.

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  7. Totalmente en desacuerdo, por numerosas razones. No solo se ensaya para hacer pasos o coreografías; Yo pertenezco a la Paz y a Lágrimas y Favores y en los ensayos se explican como colocarse debajo del varal, cómo trabajar, como andar sin más, sin pasos, cómo fajarse correctamente, como andar en las curvas... En definitiva, no nos juntamos para oír marchas y meterle pasos.
    Hablas de restarle importancia a la imagen; no te olvides que una de las singularidades de nuestra semana santa es la suntuosidad y espectacularidad de nuestros tronos: ¿no resta protagonismo a cualquier Virgen los magníficos tronos en los que se pocesionan?, los bordados, las coronas...
    Evidentemente, en un ensayo no se dan las circunstancias reales del día de la procesión, pero eso no le resta valor; se están implicando a numerosos hombres de trono, que ya no solo se ven una vez al año con sus compañeros de varal, lo que está suponiendo la creación de unos vínculos de amistad que se nota a la hora de trabajar con compromiso, ya no solo con la imagen a la que veneramos, si no con el hermano que llevo al lado.
    Me dejo muchas más bondades de los ensayos, pero no quiero extenderme demasiado.

    Un saludo, Juan Manuel García del Río González

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  8. El problema actual de los Hombres de trono va más allá de que ensayen, se disfracen de costaleros camisateros o de que se empeñen en cambiar la forma de andar de un trono (bien mandados desde el martillo o bien desde un pequeño colectivo adueñados de las entrañas del trono). El problema, y del que creo que deberías hacer un artículo reflexión, es de ¿por qué se les está dando ese trato desigual y desmedido de importancia a los Hombres de trono frente al Nazareno?
    Sin Hombres de Trono no hay trono, pero sin nazarenos, sin enlaces, sin campanilleros, sin monaguillos no habrá cofradía.
    En su momento interesó el ensalce de la figura del Hombre de trono para darle la dignidad de hermano de la cofradia, en contra punto al hombre pagado de antaño, el problema es que hemos creado un monstruo que nos es difícil ahora de parar, más cuando a la sombra de ese monstruo con una superioridad sobre el resto de hermanos nos han crecido personajillos que sólo hacen agrandar esa brecha.

    Me da mucha pena cuando ves un perfil de twitter, facebook, instagram o la modernura que esté con sus 15 minutos de gloria, y te encuentras con: Malagueño y Hombre de trono, en muchos casos sin ni siquiera mención a la cofradía de la que se es, eso no importa, lo importante es que se es un ser superior que "saca" no se cuantos tronos al año, lo importante es grabarme bajo el baral o dentro del submarino, para que todos me vean.
    Señores no somos Hombres de tronos, somos Hermanos y devotos que no se nos olvide, y muhco menos no somos mejores que un nazareno. Un trono no se saca, bajo un baral se reza, al igual que portando un cirio o al igual que tras sus pasos con ropa de calle, dejemos de seguir alimentando al mosntruo del Hobre de Trono superior y así no tendremos a esos captadores de atención que se nos han metido en nuestras filas cual polilla atraída por un bombillón de 100 w

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    1. Has dado en El Centro de toda esta polémica, yo he vivido todas esas etapas que mencionas para los hombres de trono, y he sabido adaptarme a todas y ahora a punto de retirarme veo con preocupación en que se está convirtiendo todo esto.
      Saludos

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  9. Totalmente de acuerdo con José Hinojosa. Fui hombre de trono en los años 70 y 80 y nunca ensayamos para sacar un trono y la inmensa mayoría no hacíamos mucho ejercicio físico porque en aquella época no era tan habitual como ahora. Simplemente el día que fuera, confías tu túnica, ibas a la cofradía, sacabas tu trono y, al terminar, te despedías de tus compañeros hasta el año siguiente y te ibas a tu casa. Un año el trono iba de maravilla y al siguiente sin que nadie supiera por qué, prácticamente los mismos no podíamos tirar de él. Pero los dos años habíamos ensayado lo mismo, o sea, nada. Ah! Y la banda acompañaba al trono y no al revés.

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    1. Y así iban muchos tronos caballero. A veces daba grima verlos, conforme pasaban pasaban constitución y hasta el final dando izquierdazos...pero de los otros

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    2. No entiendo como la semana santa malagueña ha podido sobrevivir.... Afortunadamente ha llegado la, generación de "los fajados" tristes aprendices de costaleros.....

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